El viernes, 7 de julio, 'El penalti más largo del mundo': Fernando es un tipo gris, sin ambición, que trabaja como reponedor en un supermercado de barrio. Es, además, el portero suplente de un equipo de fútbol de tercera regional. En toda la temporada no ha jugado ni un minuto. Pero cuando en el último partido de la liga el árbitro señala penalti y el portero titular se lesiona, tiene que ocupar la portería. Si para el penalti, el equipo será campeón y subirá de categoría. Cuando está a punto de lanzarlo, unos hinchas invaden el campo y el partido se suspende. El comité de competición decide que se lance el penalti el siguiente domingo. Así, durante siete días Fernando se convierte en el héroe del barrio y consigue todo lo que quiere.

El viernes, 14 de julio, 'Mentiras y gordas': Un grupo de chicos se prepara para lo que va a ser el verano de su vida, entre secretos, mentiras, ligues, sexo, confusión y juergas. La mayoría no son conscientes de que, una vez emprendido ese viaje iniciático, no hay marcha atrás y de que las mentiras, al crecer, pueden tener consecuencias nefastas.

El viernes, 21 de julio, 'Castillos de cartón': Narra un triángulo amoroso entre tres jóvenes estudiantes de Bellas Artes. María José estudia pintura en la Facultad de Bellas Artes de una gran ciudad. Una mañana, mientras prepara un lienzo para clase, Jaime, uno de sus compañeros, dibuja su retrato sin que ella se dé cuenta. Junto a él, admirando su capacidad para el dibujo, está Marcos, el alumno de más talento de su promoción. María José espera que Jaime le regale el retrato, pero después de mostrárselo él, inesperadamente, se lo guarda. María José, Jaime y Marcos compartirán su pasión por la pintura y algo más, una historia de amor que durará hasta que la época de aprendizaje termine y deban enfrentarse al mundo real.

El viernes, 28 de julio y el sábado, 29 de julio, 'Sofía': Todo comienza en Corfú (Grecia), en el verano de 1961. El Palacio Real de Mon Repos, residencia de verano de la familia real griega, amanece en plena actividad. El servicio se afana en preparar la casa para recibir a unos ilustres huéspedes: los "Barcelona", que no son otros que la familia real española en el exilio. El motivo de la visita es formalizar la relación entre Sofía, la hija mayor de los reyes de Grecia Pablo y Federica, con Juan Carlos, el hijo de Juan de Borbón y María de las Mercedes. Ambos jóvenes intimaron en Londres, durante la boda de los duques de Kent, y ese encuentro ha fructificado en un amor que ha ido creciendo con el paso de los meses.